Si bien aún no hay un comunicado oficial de la empresa, desde SMATA se anticipan para organizarse, de cara a la posible pérdida de puestos de trabajo.

Nissan, la empresa automotriz de origen japonés, anunció que suspenderá su producción en Córdoba. Esta decisión es el resultado de una larga cadena de factores económicos y estructurales.
La inestabilidad macroeconómica que atraviesa la Argentina, sumado a la inflación creciente, las sucesivas devaluaciones y las restricciones cambiarias, afectaron directamente a la industria automotriz.
Según fuentes cercanas a la empresa, la combinación de costos elevados y la dificultad para importar insumos esenciales terminaron por convertir en inviable la producción en la planta de Santa Isabel.
Un punto clave en la decisión de retirada fue la cancelación del Proyecto H60E, que contemplaba la fabricación de un nuevo modelo a partir de 2025. Esta iniciativa requería inversiones significativas que Nissan optó por no realizar.
El cierre de la planta impactará directamente a más de 600 trabajadores, además de afectar miles de empleos indirectos en proveedores de autopartes y metalurgia.
A nivel industrial, la salida de Nissan representa un golpe para el mercado automotor argentino. La retirada de esta empresa podría desalentar nuevas inversiones extranjeras en el sector, reforzando la percepción de Argentina como un mercado riesgoso.
¿Qué dicen desde SMATA?
En diálogo con Radio Comunitaria La Ranchada, Maximiliano Ponce -secretario General del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA)- expuso que desde hace un año vienen trabajando con suspensiones.
«Este 2025 hemos arrancado con un solo turno. La producción en teoría iba a ser de 20 mil camionetas y ahora se habla de 12 mil».
A lo anterior, sumó: «Tenemos rumores de que la nueva camioneta puede llegar a hacerse en México, o fusionarse con otra empresa. Todo eso nos alerta porque tenemos muchos compañeros afectados a la producción».
Ponce también apuntó contra Nissan, asegurando que la empresa «salió a decir que la producción es normal, y eso no es cierto».
«Es una situación muy difícil para nosotros como gremio. Todavía no se ha blanqueado nada, estamos anticipándonos para poder trabajar y ver si podemos salvar puestos de trabajo«, concluyó.