Tras el caso de Jacob Blake, quien recibió siete disparos de parte de la policía del estado de Wisconsin, las estrellas de la NBA comenzaron una inédita protesta.
En una decisión histórica, los jugadores de Milwaukee Bucks resolvieron no presentarse este miércoles a jugar ante Orlando Magic como protesta a otro caso de violencia policial racista ocurrido en Wisconsin. Ante esta situación, la NBA decisión cancelar toda la jornada que estaba prevista.
El caso que derivó a esta protesta fue el de Jacob Blake, de 29 años, de la ciudad de Kenosha en el estado de Wisconsin. El hombre recibió siete disparos por parte de policía, cuando pretendía ingresar a su automóvil y le daba la espalda al agente de seguridad.
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La acción de huelga que impulsaron los jugadores de Milwaukee no tardó en recibir apoyos en el resto de la liga. Uno de los más posicionamientos más importante fue el de la estrella de Los Ángeles Lakers, LeBron James.
«A la mierda con esto, exigimos un cambio. Asqueado de esto», dijo James en su cuenta de Twitter.
Se entiende, también, que el mensaje estaba dirigido al presidente estadounidense, Donal Trump. Horas antes, el mandatario tuiteó que habló con el gobernador de Wisconsin, Tony Evers, sobre las protestas en el estado.
“No apoyaremos los saqueos, los incendios provocados, la violencia y la anarquía en las calles estadounidenses. Mi equipo acaba de hablar por teléfono con el gobernador Evers, quien acordó aceptar asistencia federal”, dijo Trump.
Al repudio, se sumaron otras estrellas, como Scottie Pippen, DeMar Rozan, Donovan Mitchell y Jamal Murray. Después, incluso, jugadores de la NFL se unieron a las protestas.
