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El fútbol de medios autogestivos: Entre goles sin contar y tercer tiempo antiestrés

Llega el martes, mi yo del pasado, con su perspectiva antigua, te diría que es el peor día de la semana. ¿Por qué? El lunes no somos del todo conscientes de que se acabó el finde, pero el martes la realidad está ahí, no hay retorno. Pero… desde hace 5 meses, algo corta el inicio […]

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Llega el martes, mi yo del pasado, con su perspectiva antigua, te diría que es el peor día de la semana. ¿Por qué? El lunes no somos del todo conscientes de que se acabó el finde, pero el martes la realidad está ahí, no hay retorno. Pero… desde hace 5 meses, algo corta el inicio de los días laborales: el fútbol mixto. De lazos, pataditas y vínculos va esta nota.

Foto: Ezequiel Luque, La Tinta

Salgo de trabajar a las 15:30, ya se armó la lista de quienes jugamos esta noche. Somos 14. Un par nos conocemos de los medios autogestivos: La Tinta; Enfant terrible y El Resaltador.

Acá está el dato clave: el fútbol de los martes se armó en un primer momento entre personas que ejercemos la comunicación autogestiva, esa que disputa sentidos a los medios tradicionales. 

En fin, vuelvo a la narración. Es martes, ya no es tanto el peor día de la semana, post trabajo hago cosas- analizar el mercado o dormir la siesta-. La merienda es clave porque si bien no es una competencia de deporte que nos exige pasar nuestros límites físicos, es trabajo honesto…

Me calzo la botinetas, pego unas estiradas y activo para la canchita que está en Güemes. Me pasé todo el invierno en esa, y contra todo pronóstico, no dejé. Helado se ponía… no como ahora, que la primavera está latente y próxima.

Entro, saludo a un trabajador del predio, nunca me devuelve el saludo, pero la esperanza es lo último que se pierde. Y el equipo ya está calentando… con mucha emoción, no sé si por el partido o por el tercer tiempo, pero ahí están, dándolo todo.

Foto: Ezequiel Luque, La Tinta

Apropiarse de nuevos espacios

Me comuniqué con Betu Ballari, presidenta de la asociación civil Social y Deportiva, quien también participa en la Coordinadora Sin Fronteras de Fútbol Feminista y Futboleras Organizadas Córdoba, para hablar de este fenónemo que es el fútbol mixto y porque cada vez más personas lo eligen.

“En los últimos años estamos viendo un boom de fútbol femenino y mixto, me parece que tiene que ver con que nosotras empezamos a apropiarnos de un deporte y de varios espacios que nos fueron negados”, sostuvo.

Estamos en la cancha, repartir las pecheras es todo un desafío, ya no somos solamente de medios autogestivos, sino también personas de todos los rubros que conocemos de la vida. Cada equipo se va para su arco, y comienza el ‘fulbito’.

“Es interesante poder pensar que esto ya se venía dando pero sin nosotras, el armar partidos o el descubrimiento del tercer tiempo, por ejemplo. Seguramente para los varones no será nuevo, lo que puede llegar a ser nuevo para ellos es que con nosotras también se puede compartir”, remarcó.

Foto: Ezequiel Luque, La Tinta

15 minutos de juego, ya estoy para el cambio, pero no hay gente para eso… aún. Y tampoco saldría tan rápido (?) porque este espacio conquistado es mucho más que un nuevo deporte para mí. Como bien expresó Anita, una compañera de juego:

“El fútbol, en general, jugar al fútbol más allá del disfrute, me parece un gran triunfo para mi porque es algo que toda la vida me fue ajeno, nunca se me hubiera ocurrido que podía aprender a patear una pelota. Sin embargo esos límites se corrieron y hoy puedo ocupar un lugar que históricamente fue de los varones. Ese inicio mío en el fútbol  se lo debo exclusivamente a las mujeres. Al equipo de pibas que me enseñó, me acompañó, me dejó probar y equivocarme, que me anotó en mi primer torneo, me alentó, y me hizo darme cuenta que no solo era algo que me gusta sino que podía hacerlo, que me salía”. 

Los pibes ya se juntaban a jugar al fútbol, en su mayoría, ya vivían el encuentro en la cancha, el mixto y el fem están modificando las reglas arcaicas, nunca escritas, que el patriarcado impone.

Correte tú viejo fútbol, llegó lo nuevo

Foto: Ezequiel Luque, La Tinta

Minuto 25, no estaba tan cansada como pensé, miro a mi compañero. El loro sabe que tiene que pasarla, porque acá se juega diferente, y se aprende esta forma en equipo. La pasa.

“Lo principal que hay que destacar es la incorporación de las mujeres y disidencias: aparece otra forma de fútbol, este fútbol que habitamos desde los feminismos. La pasión, la diversión, el juego, la competencia se puede habitar pero de otra manera, más constructiva, interesante, divertida, sana”, sostuvo Betu.

Y el testimonio de Maxi, suma al debate: “El fútbol mixto me devolvió un poco las ganas de jugar. El fútbol entre varones cis tiene muy arraigada la competencia. Empezar a jugar al fútbol con compañeras fue aprender a jugar sin tanta competencia”.

‘Che, tranqui que acá nos estamos divirtiendo’, escuchó que comentan cuando uno se olvida que estamos en el fútbol de los martes, y repite patrones viejos. Escucho de lejos, porque tampoco es que voy a correr todo el tiempo por todos lados.

Foto: Ezequiel Luque, La Tinta

“Entre los varones cis hay una cuestión más competitiva, no encontraba mucho espacio para aprender, si te equivocas mucho después no te la pasan, entonces ni jugás y es frustrante. Yo por eso pensé que era ‘malo’ y me negué a jugar mucho tiempo, pero habitando otros espacios con compañeres no sólo sentí más confianza, me encontré con que el objetivo no era ganar sino divertirse, pasar la pelota y que otres también aprendan cómo les vaya saliendo”, dijo Lauti, otro compañero de los días martes.

No es solo 'fulbito', es bienestar colectivizado

Post partido, no importan los goles, ni las pataditas dadas, estas son inevitables por más que no haya competencia feroz… es el deporte. 

“Creo que lo que nos propone el fútbol mixto es otra forma de vincularnos (...)Lo lindo está en el toque, pasarla y jugar bien en equipo, llegar al área patear y embocarla también, obviamente. Transpirar y reirnos, mufarnos un poco cuando no embocamos una, medirnos también cuando la cosa se pica porque más vale que pasa. Es todo ese mundo de sensaciones que se mezcla cuando la vitalidad de esos espacios colectivos nos permiten correrle a la rutina”, comentó Belu.

Foto: Ezequiel Luque, La Tinta

Nos empezamos a saludar, entre cargadas y frases como “estuvo intenso eh. El próximo tenemos que correr menos”. Se sale de la cancha, y ya se siente ese momento, quizá el más esperado, el tercer tiempo…se activan birras, a veces asados, yo soy más team Sprite pero le pongo onda. Entre una variada gama de comentarios, se ha mencionado la sensación post partido, un estado de bienestar, se podría decir.

“Me parece que la actividad física siempre es recomendable para el estrés, para cualquier situación, siempre está bueno tener ese momento de descarga y de desconexión. Me parece fundamental que lo que pasa en la cancha fortalezca los vínculos, el trabajo en equipo, la coordinación”

Betu Ballari, militante por el fútbol femenino.

Después de charlas que van desde organizar idas al baile o armar posteos para medios autogestivos, nos vamos. Saludo de nuevo al cuidador del predio, no hay respuesta, pero otro martes…quien sabe.

Emilia Urouro

Encargada de la redacción de las notas y de generar contenido para las diferentes plataformas del Resaltador. Feminista, popular y nacional.
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