Copa América Femenina 2006: Campeonas históricas de una hazaña invisible

Nuestra selección levantó su única Copa América el 26 de noviembre de 2006 en Mar del Plata. No sólo hizo historia por su primera conquista, sino también fue la única selección del continente que pudo quitarle la hegemonía copera a Brasil tras ganarle la final por 2 a 0. Pero casi nadie se enteró. Hoy, 17 años después, sigue siendo la máxima conquista de nuestra selección femenina.

Argentina clasificó a la próxima Copa del Mundo 2023 mediante la última Copa América de Colombia en el 2022. Hoy en día, con el avance de la disciplina y el desarrollo en sus planteles, existe el debate de que ya es hora que las selecciones femeninas del continente accedan a la copa del mundo con un sistema de eliminatorias como el masculino, con fechas cada mes durante tres años. La misma ex jugadora italiana Pamela Conti, actual DT de Venezuela, hace unos días expresó que no se puede medir un trabajo de 4 años en dos semanas de Copa América.

No obstante, este debate era completamente inexistente e impensado hace 17 años. En el 2006, lejos de hablar de un mejor sistema de clasificación, mucha gente en el país y en el continente aún no sabía que existía una Selección Femenina que representaba a Argentina. Y menos que se estaba jugando una Copa América en el país, que inclusive no tenía ese nombre, ya que se llamaba Campeonato Sudamericano Femenino.

El 26 de noviembre de 2006, Argentina conquistó el continente por primera y única vez. No sólo que la final fue nada más ni nada menos que el clásico sudamericano contra Brasil, sino que fue la primera vez que las cariocas no levantaban la Copa América. Es decir, la única vez que Brasil perdió una final de Copa América fue contra Argentina.

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Pero, entendiendo lo que significa en el folklore y en el ADN social jugar contra Brasil al fútbol, ¿Cómo un hecho tan trascendente, que con el paso del tiempo tiene cada vez más valor, pasó tan desapercibido?“La diferencia de esta última Copa América con la del 2006 es abismal. A mi me hubiera gustado salir campeona de América en este momento, por la gran difusión que hay y porque la gente sabe que existimos.”, comenta a El ResaltadorBelén Potassa, jugadora de La Solana de España y campeona de América con Argentina.

“Cuando salimos campeonas en el Estadio Mundialista de Mar del Plata, llenamos sólo una parte de la tribuna con todas nuestras familias. Y cuando le ganamos la Copa a Brasil, salimos en un recorte muy chiquito del Diario Olé.” recuerda la delantera al respecto de la difusión de aquel entonces.Belén Potassa (34) es una histórica jugadora de la Selección Argentina que jugó en Rosario Central, San Lorenzo, Boca Juniors, UAI Urquiza en Argentina, Santiago Morning en Chile, y Albacete, Córdoba CF, Tenerife y actualmente en La Solana en España.

La delantera jugó dos mundiales con la Selección Mayor,  dos mundiales con la selección sub 20, el único Juego Olímpico de Argentina Beijing 2008, dos Copas América y tres Juegos Panamericanos. Atravesó distintos procesos y realidades con Argentina, y aparte de goles, experiencia también es lo que le sobra.

Potassa vistió la camiseta de la Selección Argentina hasta el último Mundial de Francia 2019, y fue parte del grupo de jugadoras marginadas por Carlos Borrello cuando expresaron que querían ir al frente y que necesitaban personas capacitadas que acompañen el proceso.

Una 9 con más de 100 goles en Boca Juniors, títulos nacionales, premios y reconocimientos en Argentina y más de 15 años vistiendo la celeste y blanca. Y en aquella histórica y silenciosa Copa América, fue la encargada de anotar uno de los dos goles a Brasil.

“Ese gol fue el más importante en mi carrera, y lo voy a coronar siempre. Aparte también fue histórico porque clasificamos a un Mundial, a un Juego Olímpico y un Panamericano juntos en una misma competencia.” destaca la santafesina. “En ese momento pasó rápido, con el paso del tiempo tomé dimensión de lo que habíamos logrado.”

La goleadora también comparó el acompañamiento que tuvieron en aquel entonces desde los medios, autoridades e hinchas, y destaca que fueron dos realidades totalmente distintas. “Siendo campeonas de América, cuando llegamos al predio de la AFA no nos esperó nadie. Yo agarré mis valijas, me fui a Retiro y volví a Santa Fe.” relata.

Por el avance y el crecimiento que tiene el fútbol femenino a nivel mundial, hoy por hoy la competencia ha incrementado y, propio de la equiparación, no hay rivales fáciles y la brecha entre potencias y equipos en desarrollo comienza poco a poco a achicarse. En poco tiempo, la disciplina ya ha demostrado cambios significativos entendiendo a un espacio que tiene casi un siglo de atraso en comparación al masculino. Por ello, la conquista de títulos cada vez es más difícil, lo que exige a los planteles seguir creciendo y mejorando.

DEL SILENCIO MEDIÁTICO AL ORO INOXIDABLE: EL CAMINO A UNA COPA HISTÓRICA

La Copa América Femenina se juega desde 1991, mismo año del primer Mundial Femenino organizado por la FIFA. Desde el año 2010 comenzó a llamarse oficialmente Copa América. En aquella quinta edición, con 10 equipos participantes, Argentina formó parte del Grupo A junto a Uruguay, Ecuador, Colombia y Chile. Mientras que el grupo B estaba compuesto por Brasil, Bolivia, Paraguay, Venezuela y Perú.

La Albiceleste culminó primera en su grupo tras estos resultados:

10 de noviembre: Argentina 2 - 1 Uruguay
Goles de Analía Almedia y Belén Potassa
12 de noviembre: Argentina 8 - 0 Chile
Goles de Belén Potassa (x2), Mariela Coronel, Andrea Ojeda, Clarisa Huber, Rosana Gómez, Analía Almeida y Analía Hirmbruchner
14 de noviembre: Argentina 1 - 0 Ecuador
Gol de Rosana Gómez
18 de noviembre: Argentina 6 - 0 Colombia
Goles de Florencia Quiñones, Andrea Ojeda, Rosana Gómez, Clarisa Huber y Fabiana Vallejos (x2)
Instancias finales:
22 de noviembre: Argentina 0 - 0 Paraguay
24 de noviembre: Argentina 2 - 0 Uruguay
Goles de Marisa Gerez y Ludmila Manicler
Final:
26 de noviembre: Argentina 2 - 0 Brasil. Goles de Eva González y Belén Potassa

“Salimos campeonas porque fuimos una camada que iba al frente. Un equipo de jugadoras que nos integraron a las que éramos juveniles en ese entonces. Fue muy lindo, y yo estoy agradecida con ese grupo. Éramos una mezcla de experiencia con frescura. Y comparando con el actual plantel de Argentina, también es una base de jugadoras que vienen juntas desde juveniles, y se le sumaron chicas jóvenes que van a  aportar otras cosas que la selección mayor les va a enseñar. Van a aportar esa frescura al equipo” reflexiona Potassa sobre la actualidad de Argentina.

El plantel campeón de América fue Analía Almeida, Sabrina Celeste Barbitta, María Gimena Blanco, Carmen Brusca, Gabriela Chávez, Mariela Coronel, Vanina Correa, Romina Ferro, Marisa Gerez, Rosana Gómez, Eva González, Analía Hirmbruchner, Clarisa Huber, Florencia Mandrile, Ludmila Manicler, Andrea Ojeda, Catalina Pérez, Florencia Quiñones, María Belén Potassa y Fabiana Vallejos. DT: Carlos Borrello

Los nombres de las protagonistas de la histórica hazaña, se encuentran perpetuados en las paredes del complejo 2 del Predio Lionel Andrés Messi de Ezeiza.

DATOS, NO OPINIONES: EL FÚTBOL FEMENINO VENDE

Ningún producto es rentable o atractivo si no se invierte y promociona. No se puede vender algo que no se ve. Y el crecimiento del fútbol sudamericano tiene mucho que ver con el interés de las asociaciones y de una inversión para su promoción.

Antes de la Copa América del 2022 realizada en Colombia con Brasil coronando su 7mo título, la CONMEBOL anunció que para potencializar y darle más competitividad, la Copa América femenina se jugará cada dos años. También, Alejandro Dominguez, presidente de CONMEBOL, anunció que por primera vez habrá un premio económico para las campeonas y subcampeonas. Es decir, Brasil cobró US$ 1.500.000, y Colombia, subcampeonas, US$500.000. Anuncios e inversiones que dan cuenta del interés en la disciplina, lo que antes era una realidad inexistente. 

“En esa época no había nada. No había viáticos ni premios. El premio por ganar la Copa América ese año fue quedarnos con la ropa de la Selección y unos $1000 actuales.” concluye Belén Potassa.

El deporte es el mejor vehículo para la recuperación histórica de los lugares que le corresponden a las mujeres en la sociedad. El fútbol, con su simbolismo y sentido de pertenencia, hace lo propio para que día a día la cancha esté un poco más nivelada. Hoy las luces del estadio se encienden para iluminarlas y nunca más permitir que jueguen a la sombra. Que las hazañas silenciosas y las heroínas invisibles del pasado le enseñen a la sociedad que nunca más caminarán solas.

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