No cabe duda de que el cuarteto es un símbolo de las clases populares y trabajadoras, es el género del pueblo cordobés. Sin embargo, es centro de críticas por una impronta machista y misógina tanto arriba del escenario como en las letras de las canciones.
Desde El Resaltador recordamos la creación del “tunga-tunga” en manos de Leonor Marzano y su Cuarteto Leo. Hoy, las bandas con mujeres cuarteteras escasean y el espacio para ellas en el escenario parece casi nulo.